¿Qué es lo más importante para hacer cine?

¿El guion?, ¿la cámara?, ¿el reparto?, ¿el atrezzo?, ¿la música? Ninguno. Y, bueno, todo. Pero lo realmente importante no se puede cuantificar, no se puede ni comprar ni alquilar, ni se puede enseñar; solo aprender.

Lo esencial es invisible a los ojos”. Saint-Exupéry en El principito

Son unos consejos que aunque puedan sonar, en principio, a frase motivacional barata de azucarillo y al típico “mundo de piruleta” tan gastado en ese merchandising pasteloso que te hace ver los lunes como si no tuvieras que servir como esclavo en un sistema que no te gusta, pero del que no puedes escapar (¿no suena a peli distópica?); si te distancias de la primera impresión, te adentras y aprehendes, realmente, el significado; todo cobra sentido

Más que consejos, son un mantra. No importa el orden; de hecho, aplícalos todos a la vez. ¿Y cuáles son?

  • Atrévete a fracasar
  • Trabaja en equipo
  • No aceptes un “NO”
  • Sé tú mismo
  • Haz lo que amas

«fiel a las ideas, sé fiel a ti mismo, no aceptes un «no» por respuesta
y no dejes de lado ningún elemento hasta que te parezca correcto»
David Lynch


Atrévete a fracasar

Sí, atrévete a equivocarte; atrévete a hacer mierda

El cine es una continua búsqueda, un proceso y una evolución. Y como todo proceso se puede mejorar y perfeccionar.
Tómate cada proyecto como un test en el laboratorio, para pulir la fórmula. ¡Juega y experimenta!

«Tus primeras 10.000 fotografías serán tus peores fotografías»

Henri Cartier-Bresson


Menos TEORÍA y más PRÁCTICA. El cine es una artesanía que se aprende haciendo. En dicho camino evolutivo, la última versión de nuestro trabajo estará a años luz de nuestros primeros experimentos, y pasaremos de lo sencillo a lo complejo. Como de organismos unicelulares al Homo sapiens.

¿Quieres saber cómo crear una buena historia?
¡Creando unas cuantas malas antes!

Malcolm Gladwell, periodista y sociólogo, afirma que “la práctica no es lo que uno hace cuando es bueno. Es lo que uno hace para volverse bueno” y que se necesitan en torno a 10.000 horas de práctica para dominar cualquier actividad.

  • 1 hora: Podemos saber lo básico
  • 10 horas: Tenemos una noción más amplia de los conceptos básicos
  • 100 horas: Se adquiere un nivel medio
  • 1.000 horas: Se avanza a ser un especialista
  • 10.000 horas: Uno puede considerarse maestro en esa habilidad

Ernst Lubitsch, realizó más de 70 películas. ¿Todas son buenas? Lo más importante no es eso sino que le sirvieron para evolucionar.

¿Tienes una historia guardada en un cajón? ¿Es realmente mala? ¡No te fustigues! No lo tomes como un fracaso sino como un paso másEquivócate sin miedo, porque lo harás. Estás aprendiendo y es normal ¿o naciste sabiendo hablar?

Así que sí, haz mierda. Toda la posible.

Trabaja en equipo

El cine, sobre todo, de ficción es un arte colaborativo y hay que saber delegar. Te guste o no, tienes que aprender a colaborar. Sino dedícate a la no-ficción (y a no ser que filmes paisajes, es prácticamente imposible que trabajes cual lobo solitario). 


Nunca rechaces una buena idea, pero nunca aceptes una mala.
Eso no quiere decir que no aceptes ideas o sugerencias,
pero si te hacen seguir una mala idea, morirás”
David Lynch


Escucha a tu equipo, sé maleable y ten buen humor. Vais a trabajar muchas horas juntos ¿Prefieres que haya un ambiente relajado y donde todo el mundo trabaje feliz o que todo sean gritos, tensión y mal rollo?

Una cosa que hago inconscientemente en los rodajes cuando estoy contento es tararear. Y es muy divertido como las canciones se van pasando al resto del equipo como si fuera un virus. ¡Un virus que, incluso, nos hace bailar! ¿Qué sentido tiene la vida si no disfrutas lo que haces?

No aceptes un “NO”

Nunca te rindas si crees que tu proyecto merece la pena ser contado. Aunque te cierren las puertas, aunque te digan «no» continuamente. Dedícale el tiempo que necesites a tu historia y haz ver al resto del equipo que tienes que lograr lo que buscas.

Tienes que ser fiel a las ideas y saber discernir si algo le beneficia o perjudica al proyecto, y si te estás alejando de lo que realmente quieres contar.

La serie de los hermanos Duffer, Stranger Things, fue rechazada unas 20 veces. Y ¿quién iba a imaginar tras esta respuesta que una serie sobre un niño-ciervo sería un éxito?

Nadie va a comprar una serie de un niño-ciervo y, definitivamente, nadie va a hacerla

Como diría Dory en Buscando a Nemo “¡Sigue nadando!”

Sé tú mismo

“Ser tú mismo” es una búsqueda constante. Una búsqueda introspectiva a través del cine.
Y ¿cómo podemos buscarnos? Definitivamente, en otros no… ¿o sí?

Es cierto que es altamente recomendable estudiar a diferentes cineastas, e incluso, imitarlos en cierta medida. Pero el querer ser como Tarantino, Scorsese, las Wachowski o Bigelow, puede ser contraproducente.

El problema de copiar a otros suele verse, en exceso, en jóvenes cineastas primerizos. Porque quieren rodar lo que ven en sus películas y series favoritas. Y eso los lleva a un enorme y letal error: a sus historias les falta verdad.

Una historia hueca. Solo nos centramos en el papel de regalo pero no en el valor del acto de regalar. Y si solo nos centramos en copiar un envoltorio de otra persona ¿qué está diciendo eso de nosotros?

Aunque tienen más problemas:

  • No pensar qué quieren contar
  • No investigar, en profundidad, la historia o temática a tratar
  • Centrar la historia solo en “giros de trama sorprendentes”
  • Usar clichés visuales/narrativos y diálogos manidos

Para solucionar dichos problemas:

  • ¡Busca tu verdad! Enfócate en tus preocupaciones, no solo en tus intereses. Narra lo que conoces.
  • ¡Busca el alma de tu historia! El corazón. ¿Qué quieres contar?
    Sal del bucle que te hace perder autenticidad y encuentra el prisma por el que observas el mundo.

Un ejemplo: Queréis narrar la historia de un detective que investiga un asesinato y os lanzáis a escribir. ¡¡ERROR!!
Acaso, ¿sabéis cuál es el modus operandi de la policía?, ¿qué argot usan?, ¿cómo se comporta un detective?
Si conoces a alguien que te pueda informar; lánzate. Ahora, si como amateur no sabes cómo documentarte o no tienes la posibilidad de llegar a dicha información…

¿qué es más fácil: escribir sobre algo que no tienes ni idea o contar algo que conoces bien?

Si optas por lo primero se va a ver reflejado en tu película, ya que imitarás a tus referentes y repetirás cliché sobre cliché y, para variar, descontextualizado. Ya que un detective de Manhattan no se parece en nada a uno de Granada.   

¡Tranquilidad! Es solo una fase. Os tenéis que equivocar para daros cuenta y con el tiempo y la experiencia necesaria habrá un día en el que tu cerebro haga clic y te acuerdes de estas palabras. Como yo me acordé cuando me las dijeron a mí.

Ante todo, no pares de trabajar hasta que veas tu evolución hacia la madurez audiovisual.
Una vez que hayas madurado tendrás que buscar tu propia voz, o al revés, cuando encuentres tu voz habrás madurado.

No, en serio, deja de copiar.
Encuentra tu propia voz.

Haz lo que amas

Y ama lo que hagas. Haz el trabajo como mejor puedas y disfruta del camino. Puede que algunos días cueste más que otros, pero sigue adelante.

No pienses que vas a ganar dinero porque puede que nunca llegue; solo quédate con esa sensación maravillosa de que has creado algo que ya le pertenece a la gente. Y si haces dinero, perfecto; pero no te vendas y hagas algo que no te gusta, porque ese dinero no te hará feliz

«¿Por qué querría alguien trabajar en algo que ama y no tener el control?
No poder hacer la película que quieres hacer»
David Lynch

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

SUBIR