¿Qué es un logline? Consejos para vender tus ideas.

¿Cómo podemos contar nuestra historia en pocas palabras? ¿Necesitas pitchear la idea en unos segundos para atrapar al oyente? ¿Sabes qué es el logline?

El logline es una frase, de entre 35-45 palabras, que condensa de qué va tu historia y cuáles son sus posibilidades

Es una herramienta útil a la hora de recordar cuál es el alma de tu historia y, sin duda, como instrumento de venta.
Puede, por ejemplo, acompañar al dosier de venta de tu proyecto a modo de pequeña introducción o para lanzar la idea de tu historia a un posible colaborador o productora.

¿Qué elementos lo componen?

Elementos primordiales:

  • Detonante: El primer acontecimiento importante de la historia
  • Función del protagonista: ¿Quién es?
  • Objetivo: Lo que quiere

Elementos opcionales:

  • Debilidad: ¿Cómo es nuestro protagonista? ¿Tímido, tiene miedo al agua, es irascible?
  • Antagonista: El obstáculo 
  • Apuesta: ¿Qué arriesga nuestro protagonista?

Aunque hay libertad a la hora de desarrollar los loglines, podemos usar unas “fórmulas”, una especie de guías, de plantillas para redactarlos con mayor facilidad. Puede haber diferentes tipos de logline según su complejidad:

FÓRMULA SIMPLE

Cuando (algo importante ocurre),
(el protagonista), debe (realizar su objetivo).

FÓRMULA COMPLEJA

En (universo) un (protagonista) debe enfrentarse a (antagonista)
que (problema que causa) y debe superar (obstáculo)
logrando (o no) su (debilidad) y conseguirá (o no) su (objetivo).

Fórmula simple:

Cuando a un hastiado anciano lo obligan a ir a una residencia,
inicia un viaje para llegar al lugar donde nunca pudo ir con su difunta mujer.

Está bien, aunque es un poco abstracto, ya que este logline puede evocar muchas películas. ¿Y qué tal con un toque sorpresivo al final?:

Cuando a un hastiado anciano (función del protagonista) lo obligan a ir a una residencia (detonante), inicia un viaje para llegar al lugar donde nunca pudo ir con su difunta mujer (objetivo). ¿En un avión? No, en su casa voladora.

Esta frase final puede funcionar como gancho para atrapar al espectador. ¿Cómo que en una casa voladora? Se pueden preguntar. Y ahí has creado un interés que le da cierta singularidad a tu historia.

Fórmula compleja:

Un anciano viudo, tras un altercado, es obligado a ir a una residencia. Para evitarlo infla miles de globos y hace volar su casa hacia el lugar de ensueño de su mujer, las cataratas Paraíso. En su aventura tendrá que lidiar con enemigos, con un niño algo cargante, un perro parlante y con Kevin.

Este logline tiene más detalles y también crea ciertos interrogantes como el porqué de su viaje y de los miles de globos, por qué un perro habla y quién diantres es Kevin. (¡Y no, Kevin no es un chico!) 😉
(Por cierto, hablamos de la peli de Pixar, UP, dirigida por Pete Docter).

En el uso de las fórmulas no hay que ser muy estricto, hay que dejarse llevar y, sobre todo, hacer varias versiones del logline hasta encontrar el más adecuado. Pero recuerda: No cuentes la historia, véndela.

¿A qué esperas para ponerlo en práctica?

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