¿Qué es y cómo se hace un brainstorming?
¿No sabes cómo generar ideas? ¿Estás atascado en la escritura de una escena?
¿Quieres aprovechar tu creatividad de una forma rápida y dinámica?
Gracias al brainstorming nuestro trabajo será más ágil, creativo, organizado y visual.
¿Qué es?
El Brainstorming (lluvia o tormenta de ideas) es una técnica creativa para generar nuevas ideas que puede realizarse en grupo y de forma individual. Está formado por cuatro etapas:
- Calentamiento
- Generación de ideas
- Mejora de ideas
- Evaluación
¿Para qué sirve?
- Producir una gran cantidad de ideas rápidamente.
- Mejorar la creatividad de los equipos de trabajo. Como trabajar el mapa de tramas.
- Solucionar problemas. Como resolver una escena de tu guion.
¿Qué es necesario?
Una persona que modere la sesión y un grupo de participantes que suelten ideas. Es recomendable usar una pizarra o un soporte donde recoger los conceptos lanzados y que puedan ser visualizados con facilidad por todo el grupo.
¿Cuáles son sus reglas?
- No involucres al equipo en seguida
- No pongas limitaciones a la sesión
- No rechaces las ideas de inmediato
- No centrarse en la calidad de las ideas
- Cantidad antes que calidad. ¿Cómo? Sí, esta técnica se basa en acumular un gran número de ideas y en pasos posteriores ir depurándolas para encontrar la calidad.
- Las ideas al inicio suelen ser obvias y relacionadas inconscientemente con lo que se va añadiendo a la pizarra.
- Cuantas más se generen, más diferentes serán y más podremos combinar en fases posteriores
- Menos juicios, más ideas. ¡Crea un espacio seguro! Todos los participantes deben sentirse cómodos y sin miedo a decir cualquier cosa que se les ocurra, por locuela que sea. Durante la sesión, anotaremos todas las ideas que surjan, sin juzgarlas.
- Todos para uno y uno para todos. O también llamado efecto multiplicador. ¿Por qué? Por tomar las ideas de otros como base para generar nuevas.
Sobre la pregunta ¿Qué os preocupa actualmente que queráis contar? De esa gran temática, lo social, cada participante añadió un par de ideas que veían de cerca y les perjudicaba: ya sean los cortes de luz en su barrio, la falta de oportunidades laborales, el auge de la extrema derecha, lo podrido del sistema jurídico/policial, la politización de las muertes por el coronavirus, los recortes sistemáticos en lo público, etc.
Análisis y elección de las ideas
Tras recopilar una cantidad interesante de conceptos, podemos pasar al siguiente paso y agruparlos en función de su compatibilidad. Así mejoramos lo que al principio eran ideas sueltas y evaluaremos para saber si funcionan las historias que se creen a partir de este juego.
En el ejemplo, hay ideas que se pueden aglutinar como “solidaridad”, “xenofobia” y “racismo”; con “mafia/abusos”, “gente pidiendo” y “delincuencia”
Aunque a priori la persona que nombró “mafia/abusos” pensase más en los tejemanejes entre lobbys y políticos, puede reconvertirse dicho concepto y sumarlo a los otros para trabajar una historia: una persona de África cruza a Europa para mejorar su vida, pero solo encuentra desgracia.
Y de ahí, desarrollar un storyline:
Abdou es un joven pescador senegalés que tras la muerte de sus padres y la falta de trabajo, emprende un viaje con su hermano menor hacia España en busca de una nueva vida. Tras reunir de forma infrahumana el dinero necesario para cruzar el estrecho en patera, un temporal acaba destruyendo la improvisada embarcación y solo queda con vida él.
Si su vida era difícil, ahora tiene que sobrevivir en una tierra que no conoce, que no entiende, en la que se ve forzado a robar, pedir, esclavizarse, y a sufrir el rechazo, completamente, solo.
Se puede observar que con unas pocas ideas generadas en unos escasos minutos, puedes inventarte historias de forma rápida y casi como si fuera un juego. ¡Lo que lo hace más divertido!
Y ahora que conoces esta herramienta creativa, ¿a qué esperas para utilizarla?